Ser conscientes de como nos cuidamos en nuestro día a día puede ayudarnos a evaluar la calidad del trato que me estoy dando.
El autocuidado es una filosofía de vida. Es una forma de entender mi vida, mi cuerpo, mi mente y mis emociones.
A menudo prestamos la atención mínima a nuestro cuerpo, nos hacemos revisiones médicas periódicas y cuidamos nuestra imagen, pensando que con eso es suficiente, pero pasan desapercibidas nuestras emociones, pensamientos y sentimientos y cómo estos, se reflejan en nuestro cuerpo.
Somos más conscientes de lo que necesita nuestro coche, que de nuestro propio cuerpo. La luz que indica falta gasolina, cambio de aceite... filtros. ¿Qué pasa si no atiendes a estas alarmas en tu coche? ¿ haces lo mismo a tu cuerpo? ¿Eres consciente del lenguaje que tu cuerpo establece contigo?
Cuando invertimos tiempo y espacio para relacionarnos con nosotros mismos... OBSERVO: ¿qué sensaciones hay en mi cuerpo? ¿qué mensaje me está dando? ¿qué está ocurriendo?
Si mi cuerpo está tenso ¿porqué está tenso?, si siento ira, aprieto las mandíbulas, una contractura puede producirse por el estrés.
El entrenamiento constante en la práctica del mindfulness nos ayuda a observar los malos hábitos con los que me trato y los transformo en hábitos saludables como filosofía de vida.
¿Cuales son esos hábitos?
- ejercicio diario
- comer consciente, de forma sana, sencilla y equilibrada
- respiración consciente
- meditación (escucha interior)
- aseo personal, con productos que cuiden y nutran nuestra piel y le ayuden a limpiarlo de toxinas. Los baños con sal y los masajes pueden ayudarnos a limpiar de toxinas, a tomar contacto con nuestro cuerpo y ayudarnos a relajarnos, aliviando nuestro estrés diario.
- cultivar la mente y los sentidos
- permitir tiempo para mi ocio o hobbies.
No hay comentarios:
Publicar un comentario